miércoles, 19 de abril de 2017

Castillo - Palacio de Magalia


Castillo - Palacio de Magalia, está situado en un enclave natural privilegiado, en un elevado punto de formación granítica desde donde se domina la localidad de  Las Navas del Marqués en Ávila.



 Construido por mandato de Don Pedro Dávila y Zúñiga, señor de Navas, con ocasión de la concesión por el emperador Carlos del marquesado de Navas, en la primera mitad del siglo XVI, en torno a 1533 - 1540. Aunque los orígenes de estructuras defensivas en este espacio son anteriores, como lo demuestra la Torre del Homenaje del siglo XIII, levantada para defender la retaguardia en el llamado proceso de Reconquista.
D. Pedro Dávila y Zúñiga, Quinto Señor de Villafranca y Tercer Conde del Risco, será el Primer Marqués de Las Navas. Un privilegio que le otorga Carlos V en 1533 por la ayuda prestada a la Corona ante los levantamientos comuneros.

Tras este nombramiento, él y su esposa, María de Córdoba, ordenarán la construcción del Castillo Palacio Magalia y el Convento de los Dominicos. El castillo pronto se convertirá en centro político y administrativo del marquesado y de la villa.

Estuvo habitado durante dos centurias por los descendientes de su primer marqués, hasta que éstos entroncaron con los Medinaceli, en el siglo XVIII, y pasaron a vivir más cerca de la Corte.
Así, el castillo fue poco a poco deteriorándose hasta que, a comienzos del siglo XX, en 1906, fue vendido a la Unión Resinera Española (Luresa) junto con los terrenos de la villa. En 1946 fue donado a la Sección Femenina, que lo convirtió en escuela de magisterio. Una vez que esta Secretaría General desapareció, en 1976 sería transferido al Ministerio de Cultura. Actualmente es uno de los pocos monumentos históricos que se ofrecen en España para seminarios, congresos, encuentros y todo tipo de reuniones culturales y científicas, pues sus instalaciones adaptadas al presente garantizan un espacio de comodidad para combinar trabajo y descanso.


Mitad castillo, mitad palacio, exteriormente se destaca por sus elementos fortificadores, coronados por dos grandes torreones defensivos, mientras que su interior se ofrece como refinado palacio renacentista de habitación y recreo. Con la apariencia exterior de un castillo y el refinamiento interior de un palacio renacentista, el edificio fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. En 1985 se adscribió al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música del Ministerio de Cultura.

 La fachada principal anticipa la calma que se respira en el interior, con sus cuatro balcones volados, ventanas renacentistas y puerta de entrada de medio punto, que da acceso a un espacioso zaguán con majestuosos escalones de piedra.




Posee estancias alrededor de un hermoso patio renacentista de dos pisos.